Con su primera generación de Xbox, Microsoft afrontó una campaña de difusión que costó la friolera de 4.000 millones de dólares durante sus primeros cuatro años de existencia. Eso sí, su proyecto era a futuro y con Xbox 360 ya parecen haber recuperado la inversión, camino de conseguir un apetitoso beneficio.
Las cuentas le salen a Microsoft y este año, durante el periodo del 30 de junio al 30 de septiembre 2010, ya han superado con creces los resultados del mismo trimestre, hace un año. Sin embargo, las noticias son aún mejores cuando se compara a mayor escala, con un 33% más de negocio anualizado, hasta la 1.200 millones de dólares. Como curiosidad, sólo el lanzamiento de Halo Reach ya ha generado un beneficio de 350 millones.
En cuanto al número de unidades distribuidas, en 2009 la cifra llegó a 2,1 millones, mientras que este año ya se ha llegado a 2,8 millones. Esto ha proporcionado unos beneficios de 1.800 millones de dólares para la división de entretenimiento y dispositivos de Microsoft, que no sólo engloba a Xbox, sino también Zune o Windows Phone, entre otros productos. Si miramos el periodo comprendido entre los últimos 12 meses anteriores al 30 de septiembre de este año, los ingresos suponen un incremento del 27%, con un beneficio neto de 382 millones de dólares, un 46% más.
Estas cifras, además, prometen ser aún mejores cuando Kinect se compute a principios de 2011, junto a las licencias del nuevo sistema operativo Windows Phone 7 y la tienda online que ha recibido un fuerte empuje con el lanzamiento de estos productos.
Sin embargo, aunque la parte destinada a Xbox y su entorno parece toda una mina de oro, se queda muy pequeña en comparación con el conjunto de su matriz. Los beneficios de Microsoft han alcanzado los 16.200 millones de dólares, con un 25% más que en el año anterior. De esto tiene mucha culpa Windows 7 y sus 240 millones de licencias vendidas, que han aportado un 66% anual más a la división de sistemas operativos. Los ingresos netos han sido de 5.400 millones de dólares, con un incremento del 59%.
¿Qué quiere decir esta lluvia de cifras? Sencillamente, que a Microsoft le va bien y que en los próximos meses parece que les irá mejor todavía. Y, lo mejor de todo, que su división dedicada a los videojuegos es toda una joya, que ha dejado de verse como la oveja negra de la familia y un pozo sin fondo.
Bayonetta, Madworld, Infinite Space y Vanquish son las cuatro franquicias que han nacido de la relación entre SEGA y Platinum Games. Todos ellos, títulos que intentan ser el comienzo de nuevas sagas que son muy importantes para ambas compañías.
Finalizada la relación inicial, todos los derechos de los mencionados juegos pertenecen a SEGA. De ahí que, a partir de ahora, el futuro de las recién nacidas franquicias puede quedar en manos ajenas a las de sus creadores. Platinum Games, por su parte, nació precisamente con la idea de crear sus propias marcas y quizá, dentro de poco, veamos qué tienen entre manos, posiblemente alejados del paraguas de SEGA.
El estilo de los juegos de la desarrolladora encabezada por Shinji Mikami, Atsushi Inaba, Hideki Kamiya, Shigenori Nishikawa, Tatsuya Minami y Yusuke Hashimoto está muy centrado en la acción pura y dura. Algo que cada vez es más valorado entre las compañías japonesas, que se empecinan cada vez más en llegar al público occidental. Dicho esto y, a pesar de un éxito de ventas más bien modesto para los títulos de Platinum Games, no hay que pensar mucho para saber por dónde irán los tiros en futuros proyectos de esta desarrolladora llena de estrellas.