Para denunciar a una página web por atentar contra la propiedad intelectual, siempre se ha procedido por hacer llegar la queja al juzgado, y esperar a la sentencia que determine o no el cierre de dicha web. Solía ocurrir que la respuesta consideraba a la página exenta de delito. Básicamente, la Ley Sinde pretende eliminar al poder judicial de la ecuación, y hacer que el Gobierno tenga criterio suficiente para tomar este tipo de decisiones.
Los puntos claves del asunto son los siguientes:
> Los autores o los gestores de sus derechos (SGAE, por ejemplo) presentarán la denuncia ante la Comisión de Propiedad Intelectual, que depende del Ministerio de Cultura. Los propietarios de las webs serán avisados de que sus páginas contienen “contenido ilegal”.
> Si dichos propietarios no eliminasen los contenidos por los que se les acusa, el caso pasará a la Audiencia Nacional. En un máximo de cuatro días se decidirá allí si se debe o no proceder al cierre.
> Si el dueño de la web considera injusto el cierre de su página, podrá presentar al juzgado un recurso para valorar si en efecto merecía el cierre o si, por el contrario, ha sido una acción temeraria por parte de la Comisión de Propiedad Intelectual.
“Aunque el gobierno asegura, por activa y por pasiva, que con esta ley sólo pretenden acabar con la piratería y que se centrarán exclusivamente en las webs de enlaces, no se debe dejar la puerta abierta a un mal uso de la legislación. Cualquier blog que contenga un enlace que pudiera ser considerado protegido, puede acabar en el ostracismo absoluto gracias al exceso de celo de la Comisión Cultural.”, nos dicen en NeoTeo.
Por tanto, la Ley Sinde es, en breves palabras, dar al Gobierno la capacidad de cerrar una web sin tener el criterio de ningún juez de por medio. Internet, al fin y al cabo, se convertirá en otra forma de ver la televisión… Perderemos la libertad de expresión en la Red. “Si el próximo martes 21 de diciembre algunos políticos deciden aprobar la Ley Sinde, la Internet en español que hemos conocido cambiará para siempre, y miles de páginas podrán ser cerradas desde el poder.”, se dice en la página No al cierre de webs.
“La Ley Sinde no nace de la voluntad del pueblo español, sino que es una imposición extranjera. La embajada de Estados Unidos ha presionado a nuestro gobierno para aprobarla, pisoteando nuestra soberanía nacional. Quieren una Internet sumisa y controlable, que sea útil para convencer a la población, como los restantes medios de comunicación controlados desde el poder.”, añaden.
Aquí les dejo también una explicación más sencilla y graciosa, creada por Luthex, y publicada en Makarras.org:
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