Crimen organizado, códigos de honor, la ley del silencio, Sicilia, la familia... la Mafia. Seguro que todos estamos más o menos familiarizados con el intrigante y peligroso mundo del hampa: conocemos algo sobre el fuerte sentido del honor, la protección de la familia y, cómo no, de las extorsiones. Eso sí, todo esto lo sabemos gracias a las películas, los libros o los documentos de la época, aunque aún hoy día siguen existiendo grupos mafiosos, en todo el mundo.
Si eres de los que alucina y no para de ver una y otra vez la trilogía de El Padrino, Uno de los Nuestros o El Precio del Poder, prepárate para disfrutar de lo lindo con la segunda parte de uno de los juegos más alabados de 2002. En
Mafia II encarnaremos a Vito Scaletta, un joven muchacho Siciliano que, desde muy pequeño, tuvo que emigrar junto a sus padres a Empire Bay (ciudad ambientada en torno a Nueva York).
Poco a poco (y por ciertas circunstancias que no queremos destriparos) Vito se ve cada vez más involucrado en el mundo de la mafia, junto a su amigo de la infancia, Joe Barbaro. ambos no tardarán mucho en meterse en líos.
Mafia II está ambientado en la época de finales de los años 1940 y principios de los 50. La recreación de aquellos años está calcada casi a la perfección, con mil y un detalles minúsculos que, en conjunto, forman un marco incomparable para el desarrollo de la historia.
Vuelve a luchar por tus ideales... sean los que sean
Lo primero que debes saber, si todavía lo desconoces, es que
Mafia II no es una continuación de la primera parte, por lo que no es necesario haber jugado al original para seguir el hilo argumental (pero eso no quiere decir que no puedas jugar a
Mafia, de hecho te recomendamos que, si en su día no lo llegaste a probar, te hagas con él y disfrutes), aunque sí que nos encontraremos con alguna referencia a
The City of Lost Heaven, pero nada de importancia.
En
Mafia II viviremos una historia típica de traiciones y venganza, de la mano de Vito Scaletta, un joven que comparte todos los ideales de los mafiosos (hombres de honor). Y tal vez este sea uno de los
fallos de
Mafia II, que vuelve a caer, una y otra vez, en los mayores tópicos de las historias del género. Aunque la trama no deja de ser interesante e intrigante. Nos llevaremos más de una sorpresa durante el transcurso de sus 15 capítulos.
La historia de Mafia II nos presenta a tres familias mafiosas diferentes: los Clemente, los Falcone y los Vinci. Como os podéis imaginar tendremos que lidiar con ellos más de una vez.
Mucho más grande, en todos los sentidos
Empire Bay tendrá alrededor de 16 kilómetros cuadrados, los cuales podremos recorrer a antojo desde el primer minuto de juego (bueno, desde el primero no... es una forma de hablar). La ciudad, en comparación con Lost Heaven (asentamiento del juego original), será dos veces más grande.
Tendremos más libertad de acción y podremos realizar tareas tan variadas como pintar nuestro coche y cambiarle la matrícula, para que no nos identifique la policía, comprar nuevas prendas para que no nos reconozcan o interactuar con una gran cantidad de objetos. Estos, aunque no resulten útiles durante el transcurso de la aventura, si que le dan a
Mafia II un toque de realismo que nos encanta.
La policía volverá a ser uno de nuestros principales problemas, sobre todo cuando estemos conduciendo, es decir, la mayor parte del tiempo. El 90% del juego nos lo pasaremos con el volante en las manos... y esto, cuando el sistema de conducción resulta tan tosco como lo es en
Mafia II (y lo era en el primero), puede resultar algo incómodo.
En Empire Bay encontraremos gran cantidad de coches diferentes, con grandes clásicos de la época recreados hasta el más mínimo detalle. Obviamente, tendremos la oportunidad de
coger prestado cualquier vehículo que veamos por la calle, haciendo uso de la fuerza, la intimidación u otros sistemas que llamarán menos la atención, como las ganzúas.
Podremos limitar la velocidad para cumplir las normas y evitar así llamar la atención de la policía o, seguramente, librarnos de recibir una multa. Dependiendo de los delitos que cometamos, podremos sobornar a los agentes de la ley para que pasen por alto lo ocurrido. Obviamente, hacer olvidar unos actos nos costará más que otros.
El sistema de cobertura y disparo se ha mejorado considerablemente. Gracias a ello, las partes de acción no se convierten en engorrosos momentos que tenemos que jugar sí o sí para avanzar. Por otra parte, la inteligencia artificial de
Mafia II deja bastante que desear. Nos encontramos casos de policías que, al perseguirte dando vueltas alrededor de un coche, acaban bloqueados. O enemigos que se agazapan trás de un montón de palés, a los que puedes acercarte y ejecutar tranquilamente, sin miedo a recibir un sólo disparo.
Mucho más que una historia
Como no podía ser de otra forma,
Mafia II también contará con misiones secundarias. Estas suelen carecer de interés y no son muy abundantes, además serán completamente opcionales. Pero, normalmente, al llevarlas a cabo recibiremos algún tipo de recompensa, algo que nunca está de más. Las misiones secundarias, por su parte, ayudarán a olvidarnos un poco de la trama principal, la cual puede volverse algo repetitiva.
Pero
Mafia II no es sólo una historia o consecución de misiones secundarias, es también un entorno vivo y activo, casi real. Los peatones que encontremos por la calle tendrán unas pautas creíbles que los convierten en algo más que simples
robots. Forman parte de esos pequeños detalles que hacen de la ambientación de
Mafia II algo grande.
La música también juega un importante papel en este sentido. En la radio de las casas o los coches podremos escuchar temas clásicos y reales de los '40 y '50, como
Boom Boom, de John Lee Hooker o
Nadine, de Chuck Berry.
En general,
Mafia II es un gran juego. Un digno sucesor de la primera parte y un fiero competidor para
sandbox similares como
GTA IV o
Just Cause 2, aunque la temática de este último es muy diferente. Si te gustó la primera parte,
Mafia II te enamorará. Por contra, si no jugaste al original, no te preocupes,
Mafia II es un juego apto para
todos (al menos para aquellos a los que les gusten los buenos juegos).
